Mañana es ya Y sin achiques, el pibe marcha pedaleando a laburar Desayuno mate de origen Masticó algo; prendió un faso y se alejó. A ganarse un hueso como changarín, de un trompa extranjero que compra el país. Y lo derrite después. Haciendo al pibe que estibe. Lo vi volver, tarde y deshecho. De su batalla cotidiana; hecha hoy canción. Sonrió al entrar. Tomó alimento. Dejó en la mesa lo ganado, y se acostó. Rezó a Dios pidiendo antes de dormir por ser contratado, obteniendo así los beneficios de ser, un efectivo por ley. Mañana es ya. Despierta el pibe, esperanzado nuevamente va otra vez. Duro al pedal, pitando un firme. De obra social sus sueños son, hasta que ve. Acreeditadores, agitándose. El galpón vacío; la yuta y el juez. Y a quienes dicen que él, cargó el derrite ayer. Un oficial se lleva al pibe. Como implicado en el embrollo que estalló Y en su natal país de origen, el trompa gringo aterrizá con el montón. Dale, cantá pibe! dice el golpeador. ¿Dónde está el derrite? ¿Quién se lo llevó? Una vez libre volvió, sin ser el mismo. Ya no. Le dieron sin asco, hasta que cayó, para ser pateado, hasta que murió. El pibe tigre aquel, del barrio Carlos Gardel. Fué a cajón cerrado, que se lo veló. Pues fué desmembrado como donador, el pibe tigre aquel del Barrio Carlos Gardel. ¿Por qué será, que aún es esto posible de ser?