Mía es la voz que lo canta, y es por sentir que me atrevo. Con las raíces que tantos olvidan, persiguiendo foráneos modelos. Tradiciones del país, que forjaron aquellos. En fortines aguantando el malón traicionero. Que bien describe José Hernandez, en su Martín Fierro. Digo en la zamba que hasta mí trajo, este guitarrero. Hoy, que en toda su extensión la patria está alambrada, desheredados, gauchos e indios empobrecidos, reencarnan. Y con toda su ansiedad por poseer lo que aquellos, mueven la rueda del escolazo y el condenable escapismo siniestro. Que me describe en su cotidiano plato de alimento. Miente la historia, digo en la zamba de este guitarrero. Zamba de resurrección, te darán criollas guitarras. Yo mis decires dejo contigo, para honra de la raza. A las raíces restará olvido, quien guste entonarla. Como yo mismo y sin perseguirme, me he atrevido a hacer.