Buitres a la espera de mi caída están. Rondando sobrevuelan mí andar desde loalto, cobardemente. Con ásperos graznidos ruegan al Dios rapaz, puedan la carne mía, ya sin vida devorarse, y hartar sus vientres. Buitres rapaces maldicen mi suerte. Pero yo sigo marchando hacia el frente. Sin más que razón por motivo y con verdad, en soledad, mi destino llevo por el rumbo esquivo. Siguiendo el rastro dejado por quienes no se entregaron, como tantos suelen Quienes jamás negociaron mentiras por complacer al botón, al ortiva al carnero o al vigia. Razón es gran motivo. Verdad, es soledad. Los buitres enemigos un castigo que he ganado Y no lamento El rastro con que guio los pasos de mi andar, son del modelo vivo que persigo por lo grande del sentimiento. Por eso sigo marchando hacia el frente, mientras los buitres maldicen mi suerte. Sin más que razón por motivo y con verdad, en soledad, mi destino llevo por el rumbo esquivo.