Primero la cita lejana de abril, tu oscuro balcón, tu antiguo jardín. Más tarde las cartas de pulso febril mintiendo que no, jurando que sí. Romance de barrio tu amor y mi amor. Primero un querer, después un dolor, por culpas que nunca tuvimos, por culpas que debimos sufrir los dos. Hoy vivirás despreciándome, tal vez sin soñar que lamento al no poderte tener el dolor de no saber olvidar. Hoy estarás como nunca lejos mío, lejos de tanto llorar. Fue porque sí, que el despecho te cegó como a mí, sin mirar que en el rencor del adiós castigabas con crueldad tu corazón. Fue porque sí que de pronto no supimos pensar, que es más fácil renegar y partir que vivir sin olvidar. Ceniza del tiempo la cita de abril, tu oscuro balcón, tu antiguo jardín las cartas trazadas con mano febril mintiendo que no, jurando que sí. Retornan vencidas tu voz y mi voz trayendo al volver con tonos de horror, las culpas que nunca tuvimos las culpas que debimos pagar los dos.