Al costado del camino y en larga fila apretada, las carretas se han dormido bajo una luna plateada. Los bueyes muerden despacio un campo verdoso y lacio, y alrededor de un fogón mate, guitarra y canción. Perfume de pastos, olor de tomillo, y sombras de sauces en tardes de sol; gorjeos y nidos sobre un espinillo, son cosas que tengo teniendo tu amor! Pensando en tus ojos se acorta el camino, pensando en tus besos me apuro en llegar: Amor y carreta me han hecho un destino, destino dichoso de amar y de andar... Cuando la luz de la aurora viene la pampa aclarando las carretas seguidoras van por la huella marchando. Y en la senda rezagada la noche quedó acostada. Y el viento trae del fogón ecos de aquella canción...