La Negrita Cucurumbé se fué a bañar al mar para ver si en las blancas olas su carita podía blanquear. La Negrita Cucurumbé a la playa se acercó envidiando a las conchitas por su pálido color. Quería ser blanca como la Luna, como la espuma que tiene el Mar. Un pescado con bombín se le acercó, y quitandose la bomba la saludó: ¡Pero válgame Señor! ¿Pues qué no ves que así negra estás bonita, Negrita Cucurumbé?. Un pescado con bombín se le acercó, y moviendo la colita le preguntó: ¡Pero válgame mujer! ¿Pues qué no ves que bonita es tu carita, Negrita Cucurumbé?